martes, 31 de julio de 2007

Ingeniería Social

Cuando alguien con miedo al compromiso o pocas ganas de implicarse empieza una relación tiene que poner límites.
Normalmente el primer día se suelta una frase que servirá después como escudo para posibles represalias, llantos...Será un “Ya te dije que”.

Conocía a un tío que hablaba de su parienta a todas con las que se enrollaba, esa parienta no existía pero dejaba claro que si querían algo con él sólo seria un rollo, tenía a la quería.
Alguna vez me han soltado “ahora en mi vida no hay sitio para nadie”, o “¿qué esperas de mí?” No hay que ser un lince para saber que no puedes esperar mucho de alguien que hace esa pregunta.
Una de las últimas y bastante original, supongo que debe ser la edad, la experiencia o las dos cosas, fue la posibilidad de un traslado por trabajo a Kuala Lumpur. Así desde el primer día estas mentalizada de que el tío se va a largar y lo mejor que puedes hacer es aprovechar el momento y no encoñarte. Pura ingeniería social.
Yo una vez lo solté claramente, no quería pareja estable. Eso da pie a que te suelten un sermón.
Ya me explicó mi amiga que hay que ser más sutil pero a mí las estrategias y sutilezas se me dan muy mal, debo ser muy tonta.
Ahora no digo nada, espero que ellos suelten su frase, se queden tranquilos y yo pienso lo que quiero. Si algún despistado con ganas de novia se confunde ya me escaquearé más adelante.

miércoles, 25 de julio de 2007

Cómeme

“Acarició los higos frescos con las yemas de los dedos.
Realmente, eran unos saquitos sorprendentes: extraños, oscuros y arrugados, pero exquisitos al paladar. La madre naturaleza debía estar pensando en el padre naturaleza cuando inventó los higos”


Así empieza “Cómeme” de Linda Jaivin.
:) Es que me ha hecho gracia.

domingo, 22 de julio de 2007

Abrir la boca II

En la línea de abrir la boca y cagarla he tenido muchas experiencias, unas veces he sido yo (que les cambia la cara y se nota) y otras han sido ellos.
Una de mis últimas fue con aquel compañero de trabajo con el que me lié. Estábamos viendo la tele (yo miraba sin ver, era tenis) y me pregunta “¿No te gustaría ser tenista? ¿Deportista de élite?”. Le miré y muy sería le dije “si quisiera ser deportista lo sería”. Me quedó tan de sobrada, tan segura de mi misma, tan...tan... que puso cara de susto.

Con el último más que con palabras, fue el silencio cuando hablábamos de nuestros rollos pasados en general y se empeñó en contarlos con manos, una mano, dos manos... y yo seguía callada.

Uno me soltó una de las peores cosas que me puede decir un tío “y tu que sabrás!!”. Me dejó de piedra.

Otra cagada se puede contar como chiste entre mis compañeros frikis, le dije a uno que era programadora y me salió con “noseque” de TeleCinco, creo que hablábamos de distintos tipos de programación.
Alguna excusa mal puesta, como no quedar conmigo por la lluvia.
Ah! llamarme princesa.

sábado, 21 de julio de 2007

Abrir la boca I

Me gusta ir a la playa temprano, cuando no hay nadie, sólo algún guiri despistado durmiendo la mona.
El otro día fue especial, el cielo era de un color suave gris azulado. Las nubes parecían pintadas, como si alguien las hubiese difuminado pasando el dedo por encima. El sol aún estaba bajo y se reflejaba en el agua tranquila haciendo que pareciese dorada. (“Pa” que digan que no soy sensible!!).
Bañarse fue una pasada, estuve mucho rato nadando y pensaba....pensaba en muchas cosas. Pensaba que un jacuzzi nunca podrá compararse a un baño en el mar a las 7 de la mañana y pensaba que era una lástima que no pudiera compartir con nadie ese momento.
Entonces volví en mi y me di cuenta que no, que nadie podría compartir ese momento, primero porque no todo el mundo valora lo mismo (la mayoría preferiría el jacuzzi) y segundo que es imposible transmitir según que cosas. ¿Realmente quería a alguien que me dijera lo bonito que estaba el cielo? Eso ya lo podía ver yo, lo único que iba a hacer es abrir la boca y estropear el momento.

viernes, 13 de julio de 2007

La importancia del sexo

El otro día hablaba con un amigo de la importancia del sexo.
Es importante, pero depende de cada persona la forma de verlo.

Existen posiciones extremas, entre ellas algunas ridículamente reprimidas como las de gente en el tren que chilla y ríe cuando pasa por una playa nudista, (yo pensaba que ya había perdido la gracia).

Hablaba con mi amigo y comparaba el sexo con una comida compartida.
Está ese tipo de gente que dice que el sexo no es tan importante pero lo reserva para alguien especial, en un momento especial, en un lugar especial.... es como si para cenar necesitara a esa persona única en el mundo y no cenaran hasta que la mesa no estuviera puesta en la forma perfecta, la comida más elaborada y en su momento justo. Si eso es no darle importancia...si yo fuera su pareja estaría asustadísima, eso es crear unas expectativas que no sé hasta que punto se pueden cumplir.
Al lado opuesto están los que dicen que el sexo es importante...es importante la cantidad de sexo. Son los que intentan conseguirlo en todo momento. Estos serían los que estarían comiendo todo el día sin importarles con quién, ni qué.
En el equilibrio está la virtud, yo creo que el sexo es algo natural y es importante.
Que está bien salir a cenar, pero es muy importante con quien vas porque por bueno que sea el restaurante no se disfruta lo mismo si no te gusta la compañía.

lunes, 9 de julio de 2007

Princesa

Tengo nuevo “novio”, aunque tiene los días contados por varios motivos.
Uno es una algo que siempre me echa para atrás, son esos tíos con mucha necesidad de novia, por lo que sea encajas en el perfil y ya no les importa nada más.
Es como si se compraran un coche por el color “Es rojo!! Me lo quedo!!”
En esa línea se ha dedicado a organizarme el fin de semana, después de vernos el viernes metió mis planes en los suyos y acabó por auto-invitarse a mi casa el resto del fin de semana.
Yo me callé por eso de que sé que estoy cargada de puñetitas y eso de no ser tan rígida y tal...el caso es que se me encendió la luz del pánico, esa luz que lleva mi miedo al compromiso. ¡Y si luego no hay quien lo saque de mi casa!!

En el último momento pude esquivar el tema con una excusa.
El otro motivo es que habla, habla y habla. Se pierde en detalles, enumeraciones, nombres...mi pensamiento es más esquemático. Mi opinión no le importa, ni me pregunta, ni me escucha, si lo hiciera no me mandaría mensajes llamándome princesa.

domingo, 8 de julio de 2007

Mentiras

Mentimos.
Estoy convencida de que a quien más mentimos es a nosotros mismos, otra cosa es que lo hagamos en voz alta para que lo oigan otros, pero esa mentira va dirigida a nosotros, quizás si lo creen los demás nosotros también podamos.
Miente la gente sobre sus vidas, sobre lo bien que están, sobre su felicidad. (No debe ser verdad cuando toman Prozac).
Mentía mi EX con sus frases hechas sobre el amor a la familia.
Yo también me miento pero es que yo me lo creo “to”.
Mi amiga miente sobre su “novio” casado, dice que pasa de él. Una conversación completa sobre ese hombre no incluye nuestros consejos diciéndole que es mejor que lo deje, no es que no lo pensemos, es que no hace falta porque ella lo sabe bien y lo dice en voz alta.
Se miente a si misma intentado convencerse de que no siente nada hacia él, que ella va y viene con toda libertad y le importa un pito lo que él diga.
No es cierto, su cara cambia cuando lo ve, en el fondo piensa que la situación va a cambiar y cada movimiento, cada mirada, cada gesto cuando sabe que él está cerca van dirigidos a ese capullo. Si el capullo la llama en plan celoso posesivo (sí, encima!!!!) ella da explicaciones, razonamientos, se disculpa, se justifica.... desmontando así cada palabra de autoafirmación y demostrando que nada es verdad.

jueves, 5 de julio de 2007

Integristas de la Imagen

Odio a esas mujeres trasparentes. Miran algo de ti fijamente, levantan las cejas y puedes saber que están pensando, “que pelo más hortera, vaya bolso o por dios!!! No lleva hecha la manicura!!”, son transparentes.
Puedes ver como hace su nota mental “Despellejar a esta a la que se gire”.
Lo encuentro tan hipócrita, supongo que tanto como a las que no se les nota pero es que eso...a estas se les nota.

Hay gente que no puede admitir otra forma de pensar, otros que no pueden admitir otra forma de vestir, son integristas de la imagen.
No pueden concebir que alguien no lleve el pelo oscuro y liso. Para ser alguien tienes que llevar un bolso DG y por supuesto el oso de las narices...digo de Tous, al cuello, en las orejas, en los dedos...

Que digo yo, estilo y elegancia tendrán pero lo que es originalidad, cero. Creo que la base de todo eso es la aceptación necesitamos aceptación, unos más otros menos.

Para mí sus opiniones no son muy validas, distinguen lo bonito o feo por lo que se lleva o no. Criticarán algo que a lo mejor llevan tan orgullosas la temporada que viene.

Las integristas/trasparentes son las que cuando te cortas el pelo no se conforman con decir “te queda mejor” si no que te sueltan “ufff!! menos mal que te lo has cortado lo tenías horrible” pero bueno tu ya sabías su opinión...son transparentes.

lunes, 2 de julio de 2007

Invulnerabilidad

¿Habéis visto a alguien que sin este enamorado vaya sonriendo por la calle? Pues en mi empieza a ser habitual.
Llevo una temporada que podría ser la protagonista de un anuncio de compresas, eso sí, sin zum-zum, ni olor de nubes ni chorradas de esas que yo soy un poco (mucho) menos ñoña.

Pues iba analizando el porqué. Sé que es algo bueno eso de sonreír por nada en concreto pero no puedo dejar de ser yo en ningún momento estuve intentando identificar el sentimiento que produce la sonrisa.
La verdad que en estos momentos no me puedo quejar, el trabajo va perfecto, y es mejor de lo que yo podía soñar, tengo mis amigas, tengo mi casa, tengo a la familia y algún que otro rollo. Mi vida no es aburrida, me gusta...pero ¿tanto como para sonreír por la calle?
Pensaba en mi amiga y alguna temporada que ella hablaba de su equilibrio interior y lo bien que se sentía, un equilibrio delicado porque siempre hay un desequilibrador que lo desequilibra todo.
No es eso lo que sentía, después de darle vueltas durante días al final conseguí distinguir la sensación, era invulnerabilidad. Me sentía fuerte. Últimamente me siento tan fuerte que tengo esa sensación de control que tanto me gusta, y supongo que de ahí la sonrisa.
Lo que pasa es que el mismo día que pude identificar lo que me hacía sentir bien recibí un mail de mi energúmeno laboral especialmente borde, me hizo sentir mal, y se cargo mi invulnerabilidad. O sea que dejo de analizar esa sensación porque es tan delicada como el equilibrio de mi amiga, en cualquier momento “plof” y se evapora.