martes, 31 de julio de 2007

Ingeniería Social

Cuando alguien con miedo al compromiso o pocas ganas de implicarse empieza una relación tiene que poner límites.
Normalmente el primer día se suelta una frase que servirá después como escudo para posibles represalias, llantos...Será un “Ya te dije que”.

Conocía a un tío que hablaba de su parienta a todas con las que se enrollaba, esa parienta no existía pero dejaba claro que si querían algo con él sólo seria un rollo, tenía a la quería.
Alguna vez me han soltado “ahora en mi vida no hay sitio para nadie”, o “¿qué esperas de mí?” No hay que ser un lince para saber que no puedes esperar mucho de alguien que hace esa pregunta.
Una de las últimas y bastante original, supongo que debe ser la edad, la experiencia o las dos cosas, fue la posibilidad de un traslado por trabajo a Kuala Lumpur. Así desde el primer día estas mentalizada de que el tío se va a largar y lo mejor que puedes hacer es aprovechar el momento y no encoñarte. Pura ingeniería social.
Yo una vez lo solté claramente, no quería pareja estable. Eso da pie a que te suelten un sermón.
Ya me explicó mi amiga que hay que ser más sutil pero a mí las estrategias y sutilezas se me dan muy mal, debo ser muy tonta.
Ahora no digo nada, espero que ellos suelten su frase, se queden tranquilos y yo pienso lo que quiero. Si algún despistado con ganas de novia se confunde ya me escaquearé más adelante.

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